Jueves 11 de Agosto de 2022, día 16. 8h30min/189km.
De Macedonia a Macedonia.
Son las 6:47, hace unos minutos que ha salido el Sol y ya estoy listo para salir. Me dirijo a Niki, donde pasaré la frontera para dejar Grecia (Macedonia) y entrar otra vez en Macedonia del Norte, que es otro país, y seguir subiendo al norte en dirección Ohrid.
A primera hora de la mañana ya estoy andando por preciosos bosques muy cerrados, tapizados de hojas, es muy agradable. Son las 7:46 y me hago un recorte chulísimo que me mete de lleno en el monte Vitsi, desde el que veré el pico Verno con una altura de 2.113 metros, en donde tienen montada una base militar, así que no se puede subir del todo.
Estoy muy atento al tema de los osos, es muy temprano aún y me preocupa encontrarme con alguno que esté perezoso. Como anoche estuvo lloviendo, hay mucho charquerío y me fijo en las huellas.
Me da la risa tonta con el tema de los osos... qué susto ufff...
A las 10 ya salgo un poco del negro abismo forestal y veo el altísimo pico Verno.
Tengo más recortes, pero después de los anteriores no quiero hacer más porque no quiero meterme en líos con la fauna LOL.
El sitio es una maravilla y está muy salvaje, la luz entra por huecos y hace mucho contraste de luz y sombra.
Este monte es de hayas y robles que en algunas vaguadas se rinden al agua.
Hay barro de anoche, pego algunos patinazos pero sin problema.
Paro en Polipotamo a hacerme mi desayuno al lado de una fuente muy bonita, pero también algo estruendosa y el ruido me molesta un poco.
Son las 11:24 y sigo andando, estoy muy cerca de la frontera.
El paisaje es realmente bonito... también hay extensiones de helechos que cubren grandes áreas.
Pasadas las 12 llego a una pequeña gasolinera en Poliplatano que está justo antes de la frontera con Macedonia del Norte y aprovecho para llenar a tope, ya que aquí en Grecia puedo usar mis euros.
Y media hora después paso la frontera sin problema ninguno. De aquí a Ohrid tengo 83 km de careteras secundarias que no tienen demasiado interés.
Llego a las 14:12. Tengo un hotelillo de una decrepitud grande que se llama Vila Magdalena, pero bueno es económico y son bastante amables.
Me instalo como puedo, porque la habitación es muy pequeña y está en la tercera planta. Tengo que esturrear el equipaje incluídas las maletas de la moto como cada noche y contarlo para que no me falte nada... y claro lo ocupo todo con los bultos.
No tengo ganas de cocinar y voy a por una pizza con la moto. Me pierdo un poco bastante por la ciudad porque no tengo datos en el móvil y no me he orientado bien, pero bueno, al final encuentro el camino y a las 15:19 ya me estoy zampando mi pizza, que está buena, aunque tampoco tanto. Al menos las vistas desde la terraza al monte Visoki (1.600 metros) son buenas.
Me quiero echar una siesta pero antes, debo guardar la moto -que ahora mismo la tengo en la calle-. Son las 15:59 y me regalan unas monedas para lavarla, que detalle la verdad. Ya está lloviendo y se hace un poco incómodo moverse con la lluvia.
Después de lavarla, logro empotrar la moto en el minúsculo hueco que queda entre los dos edificios, donde tienen una puerta. Está lleno de basura y escombros y da bastante asco, además no sé si hay clavos en el suelo. Pongo cartones y cosas que pillo por si acaso. La puerta ni abre ni cierra bien, así que al final dejo todo precario como puedo, pero al estar escondida no hace falta llave, así está segura. Nadie sabe que está ahí y además sacarla es bastante complicado. De hecho me preocupa poder sacarla yo mañana porque está completamente atascada.
Me echo mi siesta y luego a la tarde me voy a dar un paseo. Me llego al lago a echar un ojo. Este lago, que se llama Ohrid igual que la ciudad, es uno de los más antiguos del mundo y también uno de los más profundos con 288 metros en lo más hondo. Se comparte con Albania.
El paseo me queda a unos 20 minutos andando y en ese plazo me intentan atropellar 56 veces. Cuando llego a la orilla, está a tope de gente que fuma sin parar y no resulta agradable andar tragando el humo de los demás. Pero bueno al menos me despejo un poco en algún punto que encuentro menos concurrido, y me siento a ver caer el Sol, es una estampa bonita.
Me vuelvo a mi alojamiento, ya son las 20:17. El sitio me da un poco de asco, la verdad es que no está muy limpio... me como mi yogur de cena que me encanta.
Y me meto en la cama, con mi saco que me salva otra vez de estar pegado a las sábanas que no se sabe cuanta biomasa tienen.
Hasta mañana, que ya quiero irme de aquí.
