Viernes 19 de Agosto de 2022, día 24. 9h/308 km.

Vuelta a Zadar.

Quiero irme de aquí, tengo asco y angustia. Esta leña tiene un poder, me anestesia. Me pregunto por el gato, lo he oído a las 5, pero yo no tengo fuerza mental para ir a verlo, tengo que irme. Son las 6:47, no quiero ni puedo pensar más en él, me rompe el alma. Cojo mi moto y me voy.

Salgo y paso por unos campos de molinos de viento, paso por Ervenik donde se ven cicatrices de guerra. Con el corazón encojido, trato de concentrarme en el viaje, el paisaje ayuda, pero no es suficiente.

Salgo de una zona de monte bajo y a las 8:20 paso un puente de adoquines para llegar al monasterio ortodoxo Krupa, que está al lado del río, con su pequeña cascada y todo. Hay una zona perfecta para comer, acampar... esas cosas. Aprovecho para hacer una parada y comerme una melocotón y un plátano que llevo.

Veo pasar un rebaño de cabritas que me alegran un poco la vida. El perrillo que las cuida viene a preguntarme si todo ok. Si. Nos caemos bien y se va.

Una cabra se come el hueso del melocotón y otra las peladuras de la banana. Me dicen gracias y se van.

Qué pasa perrillo.

Poco después veo el cañón Krnjeza.

Son las 9. Después de un pequeño tramo de enlace de carretera, me meto debajo de unos árboles porque llueve bastante fuerte, y espero un poco a que pare.

Me pongo el chubasquero y a las 9:20 ya parece que ha parado un poco. Y continúo, viendo más vestigios de guerra y señales de peligro.

Ya estoy en el condado de Zadar. Paso por un bosque cerrado que me protege un poco del agua. El carril está muy bonito, está regado y es fácil y divertido, aunque un poco difícil de navegar porque hay muchas intersecciones de carriles; me encuentro a unos alemanes en mitad de la nada, son excursionistas y en lugar de llevar mochilas, llevan carritos como los de la compra. Me parece que es una idea estupenda para andar por carriles.

Son las 10:30 y justo antes de llegar a Sveti Rok tengo que parar otra vez porque llueve un montón, veo una vivienda con algo de sombra y me paro a hacerme un desayuno y a esperar a que escampe.

Está cayendo una buena y yo estoy tan a gusto aquí resguardado con mi café y tostadas tan calentito.

Pasadas las 11 ya sale el Sol de pleno y así continúo mi viaje hasta el punto final, que es Zadar. Cruzo un pequeño embalse que se llama Badestelle am See y adelante.

Paso por tristes monumentos y memoriales abandonados.

A las 13:25 se ha quedado un día estupendo, incluso ha vuelto el calor. Hay tramos boscosos que me dan sombra.

El camino es precioso y estoy disfrutando mucho de los últimos kilómetros del viaje.

Paso por un puente diseñado para matar motoristas.

Pongo gasolina en Korenica, que está a tope de gente y luego atravieso el Paque Nacional lagos de Plitvice, que es una zona mega turística, llena de coches, buses, motos y de todo. Salgo de allí en seguida y relleno en Gravovac, para hacer ya el último tramo, que también hice a la ida, pero es que me encantó y quiero repetir. Es una zona boscosa en Petrova Gora para subir al Monumento al levantamiento del pueblo de Kordun y Banija, que ya vi el primer día. Lo hago a toda pastilla porque me parece que está prohibido al ser una explotación maderera. He visto un montón de coches de policía y estoy asustado de que me paren. Justo a la salida del tramo veo a dos policías y me pillan de lleno, pero paso discretamente y no me echan cuentas.

Y ya de ahí bajo directo a Samobor donde llego al hotel, que me queda a unos 60km, a las 16:17.

Guardo mi motillo donde la leña y ahí se va a quedar a pasar la noche. Ya he terminado de carriles, la verdad es que no pensé que pudiera.

FIN.

Son ya las 17:00. El chaval del hotel está lobotomizado, no hay inet ni agua caliente y no se entera de nada, aunque más bien se hace el tonto, pero lo hace tan bien que parece tonto de verdad. Me ducho con agua fría y me bajo al restaurante, que tengo bastante hambre. Me pido un plato que es especialidad de la casa, a lo que cueste, que me lo he ganado. Es una carne hecha al horno que perfectamente podría hacerse igual en casa, está bastante buena.

Me echo un ratillo pero no logro dormir. A la tarde me bajo a recepción y el chaval ya se ha ido a su casa. Hay otra persona y ya tengo agua caliente, que por lo que estoy pagando ya está bien. Me doy otra ducha, ya en condiciones. Aviso a los compañeros que vienen de Turquía de que ya estoy preparado; los espero para mañana sobre las 18.

Sigue lloviendo bastante pero a eso de las 20 para un poco y aprovecho para darme un paseo. Este pueblo es bonito y está animado, me compro un helaico. Es lo que ceno, porque ya he comido hoy un montón.

A las 22 me voy a dormir.