Fuente: Blog del Centro José Guerrero
El conjunto selecto de obras del Museo Arte Abstracto Español de Cuenca que se exhiben en la presente muestra, ocasión única para conocer su colección fuera de las salas donde se ha ido configurando, revela un complejo y fascinante momento de la historia cultural española. Con la creación del museo, Fernando Zóbel aportó una solución original a un acuciante dilema político y cultural en un país casi sin museos, ya que logró consolidar el trabajo de una generación de artistas, preparó el camino para las generaciones futuras, favoreció el interés de un público nuevo hacia este tipo de arte y ofreció recursos a estudiantes, investigadores, críticos y amantes del arte. Cuando el museo se inauguró en 1966, proporcionó la infraestructura necesaria para presentar en condiciones museográficas modernas el arte abstracto, lo que pronto tuvo un enorme eco internacional y suscitó elogios como el de Alfred H. Barr, que da título a esta exposición. Hoy, casi sesenta años después, la Fundación Juan March, titular del museo por donación de Zóbel en 1981, mantiene viva la iniciativa de su creador.