Domingo 7 de Agosto de 2022, día 12. 7h20min/210km.
La rambla del río Tomorrica.
He descansado bastante bien y a las 6:51 ya estoy preparado para salir. Hoy tengo la famosa rambla, que es el otro punto, junto con Lüre, que tengo apuntado en mi ruta como lo más complicado. No sé como me lo voy a encontrar, un río seco puede ser una trampa muy gorda, porque puede haber pozas, avenidas, agujeros... de todo. En fin, vamos poco a poco.
De mi alojamiento hasta el track hay unos 20 kilómetros que hago sin problema y así entro de nuevo por los caminos de Albania. Me dirijo hacia el este, en dirección al río Drin Negro, y luego hacia el Sur, bordeando la frontera de Macedonia del Norte. A las 8:00 hago mi segundo desayuno en una recurva cerca de Klenjë, donde saludo a unos pastores que muy amables se preocupan por mí. Todo bien amigos. Voy a entrar en el parque nacional Shebenik-Jabllanica.
La belleza de la zona es extrema y el contraste con las cunetas de basura también es extrema. Hay señales donde pone que por favor no tires la basura al monte y nadie hace caso. Paso Librazhd donde relleno gasolina y continúo siguiendo el río Shkumbin.
A las 9 ya voy bordeando el límite del parque. Veo las famosas señales de cuidado osos. Esto es hogar también de linces y lobos, aparte de otros muchos animales con menos glamur.
Voy a Elbasan, que es una ciudad muy grande donde tengo de todo, si me gusta, me quedo a descansar una noche. Cuando llego, veo que es el CAOS. La calle está atestada de todoterrenos, camiones, carromatos... de todo. Hay como 400 bodas, todas a la vez, entonces hay coches de 3 metros (de ancho) y 4 toneladas pitando compulsivamente, con sus lazos y flores de colores; además hay muchos humanos pegando alaridos por cada esquina.
Hay mercado y los puestos han metastatizado hasta invadirlo todo. A esto hay que sumar el calor sofocante. No me queda otra que dar gas y hacer zigzag entre coches, saltarme señales, semáforos y todo lo que pueda para salir de ahí cuanto antes, el ventilador de la moto no da a basto, y me manda todo el aire caliente a las rodillas.
A las 10:20 ya estoy a salvo fuera del infierno. Me paro a pensar qué ha pasado y una pobre tortuga me saluda. Le pongo agua pero no la quiere, está muy estresada, como yo. Así que la dejo tranquila.
A las 11 hago un descansillo. Albania me gusta regular.
A las 12:26 estoy en el Kanioni i Holtës, hay un montón de gente pero también mucho espacio, y el sitio resulta cómodo porque hay agua para refrescarse, mesitas e incluso un bar para comprarme agua, cerveza, café... etc. Pongo la moto en una medio sombra que encuentro, que no hay mucha, y me siento a hacerme la comida y sobre todo a refrescarme.
Al cañón no paso, porque ahí sí que hay gente a tope y sobre todo pierdo la moto de mi vista, y en este sitio estoy seguro de que en 5 minutos, vuela, porque hay muchas motillos de estas escúter que se usan locales. Uno de ellos me da el cambiazo pero fijo.
Yo sé que en esa acequia están todos los meaos del mundo. Pero me hago el tonto y me refresco un poco los pies. Me he hecho un display bastante collejo, como siempre.
El cañón es impresionante, quizás algún día vuelva sin moto. Por esa grieta que se ve, baja el agua y por ahí se adentra el personal para recorrer una parte del río.
Al terminar me pido uno de estos cafés que hacen aquí que está fuerte que flipas, pero claro te espabila bastante. Estoy meditando qué hacer, porque es tarde, son pasadas las 13:00 y el cielo se está cubriendo. Para mañana dan agua y tengo que hacer la rambla. Si lo dejo más, se puede inundar y convertirse en imposible o quedarme atrancado...
Decido seguir adelante al menos para echar un ojo a ver qué pinta tiene la rambla de la muerte. Pongo gasolina en Gramsh, y el gasolinero es un chavalín de unos 16 años, habla inglés. Está más aburrido que una ostra y me da conversación; a mi me da un poco de penilla porque el chaval está tan aburrido y le atrae la moto y esas cosas... cuando ya le digo adiós, que llevamos 5 minutazos hablando, el pobre me dice "quédate un rato aquí conmigo" y yo extrañado le digo "¿para qué?" y él me dice "no sé. hablamos un rato y me cuentas de tu viaje"... jajaja qué enrollao...
Le digo que no, que tengo que seguir y me sale con más recursos para bloquearme allí. "¿Tienes una pegatina?". Me dice que las colecciona... le hubierda dado, pero yo no llevo de eso, porque me parece que poner una pegatina en los sitios donde vas es básicamente dejar basura; además también creo que es vanidad, como si a alguien le importara que has estado ahí... en fin, es solo una opinión personal... no me gusta ver un poste atestado de pegatinitas. Le digo adiós, encantado amigo.
Justo después llego a un puente desde donde se ve bien el río Tomorrica, que es el que hace la rambla.
Son ya las 14:22. La verdad es que tiene pinta chunga :DDD si paso va a ser mucho trabajo. Voy a entrar, por lo menos a verlo, si está muy mal pues me doy la vuelta (si puedo).
15 minutos después ya estoy en el movidón... ya sabía yo que si entraba era para hacerlo, creo que me estaba engañando jajaja. Está guapísimo, pero chulo chulo, y voy avanzando con un cuidado tremendo, súper mega concentrado en no colarme en una poza o algo por el estilo. En estos sitios, si te cuelas y estás solo, es extremadamente complicado salir y en muchos casos, imposible, porque el barro hace ventosa y te quedas atrapado... cuanto más te mueves, más te hundes. Da un poco de miedo y me alegro de tener experiencia en estos terrenos y saber como van.
El suelo está liso y sin huellas, no hay trazadas ni nada que me indique; esto significa que nadie ha pasado desde la última avenida de agua...
Increible, fantástico, esto es la Luna... flipante...
A las tres sigo trabajando... hay que cruzar el cauce un montón de veces, unas con más agua otras con menos, pero en todas hay que tener extremo cuidado, la corriente te puede tirar, porque baja bastante fuerte. Hay que ir cruzando en diagonal en dirección al vector de agua.
El agua hace escalones que se transforman en cornisas de barro, al tocarlas se desmoronan, son de arena fina...
Por si tengo poco, hay un incendio en los montes de al lado. Pienso que aquí en la rambla no hay madera que haga de combustible, así que a seguir. Estoy sudando como un pollo.
A las 15:47 ya estoy saliendo!!! ha estado guapísimo!! estoy extenuado!!
Me lo he pasado genial, me ha encantado, ahora quiero algo de beber fresquito.
A las 16:11 llego a una especie de plaza que hay en medio del monte, es muy raro, como un pueblo de 5 casas en mitad de la nada.
Me tomo mi coca cola y un litro de agua. Les pregunto si me puedo quedar a dormir y me dicen que si, pero me piden un pastón, aquí los turistas somos carne de cañón. Al menos negocio el desayuno...
Tienen un sitio cerrado para mi motillo, que mañana llueve.
En el hotel estoy muy cómodo, pero mis anfitriones son un poco pesados y no me dejan tranquilo, preguntándome de todo, con cierta indiscrección, o más bien contándome su vida, estilo "mira las 75 fotos de mi hija y mi nieta que tengo en el movil ¿a que es guapa?"
"Si señora muy guapos todos, pero por favor quisiera estar a mi rollo".
Hay un pequeño supermercado, en donde tenía pensado comprar mis cosas para cena y desayuno, pero no tienen de nada, es más bien una ferretería.
No llevo mucha comida así que prefiero hacer la cena en el hotel, son las 19:12. El plato está bastante rico porque se nota que lo han hecho con cariño... no es mi comida favorita, pero está muy bueno la verdad. Además toda esa grasilla de la carne que no me la como es para... sí, un cachorro que me gorronea! y se vuelve loco claro!
La puesta de sol es preciosa y van saliendo las estrellas. El hotel tiene una terraza muy bonita, refrescada por una enorme parra, donde me subo a ponerme mi musiquilla, que a mi me gusta. Y así me pierdo un poco que me tienen frito con la conversación. Consigo irme un poco del mundo, cuando de repente se encienden 250 luces que tiene la terraza... estaba en trance con mi música y doy un salto del susto y me dicen "es para que estés a gusto". Y yo pienso ay por dios dejadme tranquilo ya.
"Señora si enciende las luces, los mosquitos me comerán. Además esas luces son pura contaminación, estoy tan a gusto viendo el cielo, por favor ¿las puede apagar?... gracias.
A dormir
