5º día: permanezco en Täsch.
El Cervino es tan impresionante que decido quedarme para comprar el Ticket por 85€ y subir a verlo desde el Klein Matternorn ( y ver también otras impresionantes cimas, como Breithorn).
El teleférico remonta metros que da miedo.
Ahí lo tienes justo en frente, impresionante mole.
Típicas nubes
El glaciar te recuerda lo que somos: un moco pegao al planeta viajando erráticamente por el espacio.
Si no te lo crees, te invito a ver este video.
En la estación de esquí, arriba ya.
La cumbre Breithorn, se ve a personillas subiendo, !qué valentía! ¿qué pasa si dice la montaña de sacudirse la copa de nieve?
Increíble estar tan alto.
La "vomitona" de hielo tiene una fuerza descomunal, es como de otro mundo.
Si Garmin lo dice...
El Cervino entre sus típicas nubes orográficas, como si fueran las rémoras de cualquier tiburón...
El copete de nieve y el aporte al glaciar... no se aprecian las verdaderas proporciones ni la magnitud del monte y su fuerza.
El valle
Enormes chorreras de agua que brotan de cualquier ladera
El agua, como si fuera algo común, o fácil de ver o conseguir.... agua, agua, agua por todas partes
Me senté a comer en frente de mi nuevo amigo de 4.478 metros. Lomo, cacahuetes y plátanos. Al rato un japonés se sentó conmigo, le hice un bocata de lomo (también llevaba pan) y lo aceptó de buen gusto. Me contó toda su vida (en Japonés) y como él llevaba fotos me enteré de algo.
A cambio de la comida me invitó a unas frutitas dulces japonesas que me sirvieron de postre. Una experiencia maravillosa de intercambio.
Ningún Suizo aceptó nada de mí. Más al contrario, todos rechazaban con desdén, desprecio, superioridad e indiferencia cualquier tipo de acercamiento por mi parte, que estaba interesado en conocer las cosas por boca de un local; no hubo manera.
En el Camping estuve hablando con un nacional británico que llegó con semejante "hierro" de dos carburadores; qué mérito por favor! muy amable, un tipo estupendo!