8º día: de Brunnen al Lago Titisee: Camping Bankenhof (6 horas para hacer 286 KM)
Sin duda el mejor día con gran diferencia! Pasado el lago Constanza, en donde había un viento horrible, entré en un llano de pueblecitos preciosos entre carreteras sinuosas, lentas, al calor de los sembrados, con rincones preciosos así como de repente, sin avisar ni nada, pequeños parquecitos de esparcimiento como puestos por casualidad. Es tan bonito que duele.
En el Camping hacía tanto viento que tuve que cambiarme de sitio con gran esfuerzo, y me puse bien pegado a otros vecinos para que las tiendas hicieran de parapeto.
¡Funcionó!
Esta parte del bosque era maravillosa, unos pinares tremendos, bajando y subiendo suavemente las colinas.
Este bosque y pradera me pareció lo más bonito del viaje, liberado de la claustrofobia e inferioridad que te imponen los Alpes.
Decidí por fin tratar de comer bien y pensé en gastar dinero en un buen sitio. Descubrí éste restaurante con recomendación Michelín. Pero no hay manera. Me ha resultado imposible descubrir la buena comida en este viaje, estoy seguro de que existe, pero yo no lo la he visto y lo he intentado... filete de medio pelo, con tapadera de queso quemado al horno, y croquetas de pasta congelada.