5 de Abril de 2023

Día 8: Qué guapo

Hemos descansado bien y yo tengo muchas ganas de salir para el desierto, es a lo que hemos venido. Además iré de vacío porque en el coche podemos echar todo el equipaje así que estoy loco de contento. El coche me ha impresionado mucho, es espectacular.

Nuestro guía se presenta puntual a las 9 con las tres garrafas de gasolina y un montón de botellas de agua. Hoy tengo pensamiento de jartarme de arena.

Nos vamos al pueblo para ver si encontramos unas muletas para Guillem que se va con el guía en el coche para al menos poder ver este paisaje. La ciudad es un caos total, pero al final encontramos las muletas.

Estos dos se suben al mobiliario.

Anna antes muerta que sensilla LOL

Luego pasamos por una frutería para comprar naranjas y unos tomates. Yo estoy loco de contento. Seguimos en dirección al Parque Nacional, buscando la arena.

Por fin tocamos lo blando, vamos en dirección a Ksar Ghilane y estamos muy animados. Esto es pleno desierto del Sáhara.

Anna hace este terreno por primera vez y se le da estupendamente bien. Lleva una Dominator con 30 años encima, es un verdadero gusto ver andando el conjunto por el desierto. Va rápida, relajada y parece la nube voladora de Goku. Yo me dedico a hacer el ganso por la arena, que me está faltando desierto. Me voy saliendo del carril para hacer todas las dunas que pillo.

Estoy flipando. Qué guapo. Anna va como un cohete.

La zona es alucinante, es sencillamente increíble. Anna entierra su moto de vez en cuando, pero igual la saca de maravilla.

Vamos adelantando por este mar de dunas, que me recuerda a la ista de "Perdidos" y que hace aparecer y desaparecer personas y cosas.

También encontramos pistas planas para ir más rápido.

A eso de las 12 paramos a comer en Cafe du Parc, a la entrada del Parque Nacional de Jebil, donde nos ponen una especie de ensalada de pimientos picante que está espectacular de rica y luego una empanadilla que también está muy rica.

Lo malo es que hace muchísimo viento. Justo antes de las dunas de El-Biban paramos en otro café que se llama Grand Erg a hacer otro descansillo.

 Seguimos, esto es un desierto como el de las pelis, completamente solitario e infinito.

En mitad de la nada nos encontramos una señal WTF que apunta a la nada, es como muy surrealista.

La arena es muy complicada y esturreamos las motos cada dos por tres. Egus mueve su bicharraco de 250 kilos como si fuera de juguete.

Algunos atranques son más complicados que otros. La moto de Anna es terca y va por donde le parece.

Y pareciera que Egus es un astronauta sin nave.

Pero no, la pobre sólo estaba descansando.

Esto es flipante y nos encontramos con un montón de habitantes en esta arena AKA dromedarios.

Justo antes de llegar a Ksar Ghilane encontramos las ruinas de un antiguo fuerte romano del S. II dc. Al estar sobre una pequeña colina, el viento golpea fuerte y me resulta desagradable en los ojos. Guillem tiene buen humor.

Luego a la entrada al oasis nos perdemos y en cosa de 500 metros armamos la de dios... hace calor y la arena está súper blanda, traicionera. Yo hago el supermán en una ocasión, pero mecachis nadie me ve.

Por fin salimos (después de atravesar un vertedero) y vemos el oasis, que a mi personalmente no me gusta, pues hay mucha gente a remojo, es como un gran cocido de garbanzos. La zona es mega turística en mitad del desierto... así descansamos un rato y luego ponemos rumbo a nuestro "hotel" de esta noche, que está en el Campamento Zmela.

Y pof fin llegamos.

Nuestro guía nos ha traído a un resort en mitad del desierto, esto está genial. Lo malo es el viento, que es tremendo y la arena se mete por todos lados, no se puede casi estar en el exterior. Por cierto, el guía Brahim desaparece de la escena y no lo volvemos a ver ¿se lo habrá tragado el desierto? ¿habrá pasado por un agujero de gusano a otra dimensión?.

Tienen unas tiendas por parejas que están chulísimas. Además hay ducha y electricidad, así que todo perfecto. Cobertura no hay.

Me cambio, me pongo cómodo y me lavo. Luego sobre las 20:00 cenamos. Es lo de siempre y yo no tengo más cuerpo de comer, aunque consigo ingresar algo de couscous.

Al sobre, que mañana seguimos. La puesta de Sol es preciosa y en cuanto salen las estrellas la cosa mejora todavía más, el cielo es un verdadero espectáculo.

Buenas noches.