Miércoles 16 de Agosto de 2023

Noche 20: Castrourdiales. 190 km - 7 horas y 39 minutos.

He dormido algo mejor, porque ya no hay fiesta y además el jarabe funciona estupendamente. Desayuno y llamo al transporte a ver por donde va mi neumático, necesito que lo traigan lo primero, no me lo vayan a traer a las 6 de la tarde... El hostal sigue desierto, no hay nadie ni para abrir la puerta, pero yo me manejo bien. Justo al salir, sobre las 10, llegua mi pedido!!! qué bien!!

Me doy un  paseo buscando a un señor que me dijeron tenía motos y también un pedestal, y al final lo encuentro, está justo detrás del hostal; es muy amable y me lo presta. Subo la moto y me pongo a cambiar la rueda enfrente de su nave, en mitad de la calle; esto está desierto y espero no molestar a nadie.

Llevo buenas herramientas y se me da bien cambiar ruedas. Algunos vecinos van apareciendo y me saludan muy amables y curiosos.

Tan a gusto preparando mi motillo.

Y a eso de las 11:00 se oye música a lo lejos... y follón... ay madre la charanga pasa justo por esta calle! qué vergüenzaaaaaaaaaaaa

Los músicos me sortean sonrientes, y la cola de público lo mismo, nadie se enfada conmigo... menos mal. Dejo la moto perfecta, ya me puedo ir. Echo gasolina y andando.

Tengo que vadear el río Jerea pero trae demasiada agua, así que doy una pequeña vuelta para cruzar por el puente Quintana Entrepeñas, no quiero inundar la moto.

A las 14:43 llego a Medina del Pomar y me llego a un súper a comprar aguna cosilla para un bocata, pero no tienen pan bueno. Paso un buen rato buscando una panadería en condiciones y al final encuentro por recomendación la panadería Las Merindades, donde ahí sí que me venden un pan que tiene una pinta riquísima. Luego me llego a un parque súper bonito que se llama de Villacobos al lado del río Trueba y me hago un bocatrón buenísimo, sentado cerca de una generosa fuente.

Sigo adelante, tengo que pasar el alto de Bedón, que está a 1.091 metros. Cuando llego no veo paisaje ninguno porque está todo encapotado y es una pena porque las vistas desde aquí son muy buenas. Pero casi mejor, tanto sol ya me angustia.

Al menos no me estoy cociendo de calor como llevo todo el viaje.

El paisaje es precioso incluso con tanta niebla.

Hay cortados y grandes riscos.

Bajo el puerto y relleno gasolina en Bercedo. Son las 17:10. Ahora está empezando a llover bastante, así que me paro a tomar un café y a pensar qué hacer, pues he visto un sitio estupendo para acampar, pero es muy pronto, me queda toda la tarde. Me quedo un buen rato, tranquilo, y se ve que para un poco de llover tan fuerte. Así que me pongo el chubasquero y sigo adelante. Tengo un enlace de nacional, pero me apetece mucho más los carriles y me entretengo bastante buscando pasos, que no encuentro. Poco después paso por Santecilla, Burgos y entro al País Vasco por la frontera natural que hace el río Cadagua.

En seguida estoy en densos montes de explotación de madera de eucalipto que me resultan algo claustrofóbicos. Me desvío un poco para ver el area de recreo La Porqueriza, que está muy bien, pero tiene un cercado que no quiero traspasar y además está muy cerrada de vegetación. Me encuentro a unos biciclistas que muy amables me dan algo de información, pues no sé si hay lobos en la zona, o si molesto a alguien por aquí.

Sigo buscando un buen sitio para pasar la noche. Paso varias cimas de bosques muy densos y justo salgo del País Vasco, para entrar en Cantabria y paso por el Monte Ventoso. Por fin veo el mar! qué bonito!

Encuentro un lugar que me encanta en el alto de Cerredo. Veo a otros ciclistas y pregunto. Me dicen que la zona es tranquila y no pasa nada. Busco un poco por los alrededores y encuentro una parcela súper bonita para la acampada, a la vista del mar.

La zona es preciosa. Puedo ver Castrourdiales justo abajo y un poco más allá el puerto de Bilbao... la zona es preciosa.

Me hago la cena con la pasta que preparé ayer y además tengo el riquísimo pan que he comrpado. Estoy algo incómodo pues puede haber garrapatas. Hay mucha humedad, animales, hierba... es la combinación perfecta para estos bichos. No estoy seguro de si lloverá esta noche. Pero las vistas compensan y estoy muy a gusto.

A dormir y disfrutar del cielo, que parece se despeja.