Viernes 18 de Agosto de 2023

Noche 22. Gijón. 271 km - 13 horas y 59 minutos.

Me levanto estupendamente, he dormido wapamente.

Me desayuno como siempre, que además me queda pan tan rico.

Y el Sol va saliendo.

Me bajo a buscar agua al pueblo, que no me queda. La fuente está seca, pero veo a un señor en una casa particular y le pido agua, que me da. Muy amable gracias. Sigo por unos caminos realmente bonitos, abiertos y divertidos.

Fáciles de andar y muy vistosos tan temprano. Un camino muy bonito, me está encantando Cantabria.

El pasto es infinito. Poco a poco me acerco a los Picos de Europa. Dejo la charca de Pasaneo a mi derecha y sigo.

Llego a la estación de servicio de Liébana, donde hago un repostaje. Hay mucha gente por aquí, me saludo con unos nacionales de la Pérfida que van en motos como la mía, y que están arreglando un pinchazo. Adios adios pasadlo bien. Hago un pequeño enlace y en Camaleño giro a la derecha para subir por el río Nevandi a la altura. Hay una señal muy simpática que dice que tu GPS está roto. Me imagino que los incompetentes de Google meten a turismos por aquí dando indicaciones, y claro, se quedan atrancados. Ya hay gente poniendo demandas a Maps por este motivo. Paso las Portillas del Boquejón.

Y sigo andando por un precioso camino empedrado.

Paso la ermita de Nuestra Señora de la Salud, atravesando el precioso Parque Natural.

La zona es espectacular.

Estos montes son poderosos.

El valle del río Duje te deja loco.

Y paso a Asturias justo en este punto.

Voy bajando a Sotres y pierdo un tornillo que mala pata. Hago un apaño temporal para que no se me escape el paramanos.

Llevo a Tielve y visito una quesería donde hacen uno de los mejores quesos del mundo: el Cabrales.

Y me llevo un buen trozo de trofeo. El hombre es simpatiquísimo. Sigo adelante, la zona está a reventar de gente que igual que yo quiere ver la zona. Paso Bulnes, donde tenía pensado parar un poco, pero lo dejo atrás porque está a reventar. Además no dejan pasar nada más que gente a pie, lo cual me parece fantástico. Un poco más adelante, ya tengo perspectiva del gigante mamotreto calizo Picu Urriellu con sus 2.519 metros.

A partir de aquí ya voy directo a Gijón. La carretera está infernal, llena de coches y motos, rotondas y semáforos. Mi motillo no va bien si no va a su rollo, y no me queda otra que ir adelantando poco a poco y también a lo bestia, porque no me da aire. Relleno en una Galp y sigo dirección Gijón, termino con la carretera nacional 634 y hago un pequeño tramo de autovía A-64. Llego al taller Ruta 66 a las 13:46 muy contento de que me tienen casi todo preparado.

Tengo una cochera apalabrada, pero aún no la tengo disponible, así que me voy a comer a Parrilla Isidro. luego me paso por la Playa de la Ñora pero está a tope, así que me busco otra y encuentro Playa España, donde me puedo bañar. Hay un parquing y el dueño es muy amable, me deja poner la moto gratis al lado de la garita, y además me dice que él la vigila, para que no me robe nadie. Me cambio allí mismo y me voy al agua. Es muy bonita esta playa porque hay una desembocadura de un río, que se llama Río España, claro. El agua está fresquita y agradable y me pone los huesos en su sitio.

He quedado para dejar la motillo en la cochera a las 19:00, pero me dejan plantado, son las 20:30 y no llega. Por fin a las 21 se presenta mi contacto y puedo guardar la motillo, la ubicación me viene perfecta. Entro en la cochera y me cambio de ropa, dejo todo allí medio esturreado y me llego al centro donde una amiga que me da alojamiento está de marcha, y me prestará unas llaves... la estoy molestando...

Me acerco a todo el epicentro de la marcha en Gijón vestido de Quechua y en una moto de enduro... el cante es máximo, qué vergüenza. Veoe a unos chavales y les pido un favor, ellos piensan que quiero un euro para un bocadillo... pero lo que quiero es saber si me pueden vigilar la moto unos minutos y muy amables me dicen que claro, y me voy a buscar a mi amiga y sus llaves, pero no la encuentro... por fin damos el uno con el otro, nos saludamos y me da las llaves de la casa. Después me acerco a un Opencor que aún está abierto para comprarme algunas cosillas para cenar. Como siempre me llevo gazpacho pues tengo jamón y el queso de Cabrales que estoy deseando probar. También he comprado cuatro Donuts de choco.

Me vuelvo a la cochera y dejo la moto. Y ya por fin me voy andando al piso. Y llego al piso, me doy una ducha y a cenar de tapillas. El queso está tremendo, lleva en la mochila desde las 11 de la mañana... ¿estará buneno?.

Me acuesto un poco mosquis por el tema de la cochera. Claro es que llevo 21 días a mi rollo y me ofusco un poco cuando dependo de los demás. En cualquier caso el tipo que me presta la cochera es amabilísimo dejándome el sitio y además me va perfecto de localización.

En fin, todo bien... a dormir.