Salles-la-Source, Lafeuillade-En-Vézie y Aurilac.
Salgo sobre las 6 y a esa hora tengo abierta una panadería cerca del hotel. Pido café y compro una barra de pan, y como llevo aceite y mermelada, me preparo un desayuno. Me miran con cara rara. El día anterior comí fatal y lo pagué durante toda la ruta, así que no me podía pasar otra vez.
Justo veo que están montando un mercadillo, así que paro a comprar alguna cosa para el camino, y me llevo melocotones y dos empadanillas dulces, una de chocolate y otra de higo.
Más caminos lentos y veredas cerradas, muy bonitos con la luz de la mañana.
Me encuentro con alguna cadena y zona privada, pero nada complicado de rodear, la TET sigue siendo impecable.
Sigue la ola de calor, y decido parar a desayunar algo... me compro unos yogures y los acompaño con las empanadillas que me he comprado en el mercadillo por la mañana, que no están muy buenas (tenían por lo menos 5 días). ¡Me zampo los cuatro yogures!.
Llegado a Marcillac-Vallon hay mercado municipal y no puedo pasar porque está todo cortado. Busco alternativa y doy con una verea de escalones totalmente endurera muy bonita, casi trialera... lo más chulo del viaje.
Luego carril forestal muy bonito, donde me encuentro también dificultades para navegar con alambres, cuerdas, vallas y caballos.
Más zonas forestales, túneles vegetales y paisajes impresionantes.
Calor asfixiante... justo depué de la cruz de hierro, desde la que se ve todo el valle, paso una zona donde poder darme un baño. Se trata del río Le Lot, a su paso por Le Bourg, y allí que voy...
Comparto la playa con una famila con un par de críos muy simpáticos, y jugamos a ver si podemos atrapar algún pez, sin éxito.
Dejo la ropa en el césped. Ahí nunca volverá a crecer hierba.
Sige la ruta por unas lomas verdes de pasto y más túneles de árboles.
Llegando a Aurillac, me pierdo en la ciudad, porque hay obras y me mandan de un sitio para otro... ¡¡con tantísimo calor!!... por fín alquilo en Hotel Le Relax, aparco, aseguro la moto, etc y... !!está cerrado¡¡ así que cambio la reserva al Campanile que está al lado, aunque es más caro; otra vez a mover la moto... Muchísimo calor.... pero mucho, mucho.
Yo creo que la moto entraría por la puerta, así podría guardarla en la habitación...
Busco para cenar y compro una hamburguesa en Little Marius burger que está bastante buena, y dejo la moto bien a la vista, que no se la lleve nadie XD.