Caunes-Minervois, Castres, Albi, Baraqueville.
Salgo bien temprano, a las 4:15, para volver al punto donde me perdí y continuar la ruta.
Efectivamente, compruebo que la ruta estaba perfecta y que me lié en un cruce... así que doy reporte a los de la TET y sigo adelante.
Entro en una zona muy cerrada de veredas y me meto a explorar por donde más malo está, y me encuentro con una zona de trabajos forestales que estaba completamente rota, sólo para moto de enduro, bastante bonita de hacer. Había huellas de una moto gorda que las habría pasado nada más que regular :D
Luego camino forestal algo más ancho pero también cerrado de vegetación y muy oscuro por el techo de árboles.
Al salir de esta zona decido parar a desayunar algo y como tengo mucha hambre me dejo llevar por la gula y me zampo un cruasán y un bollo de chocolate (con los nervios derramo café y todo)... error... ya lo llevaré todo el día en el gaznate... trallazo de mantequilla... puajjj.
Para llegar a Albi y el resto del día tengo problemas con el calor, pues aprieta demasiado y tengo que parar en varias ocasiones por este problema.
Son etapas muy largas, difíciles y lentas, que no dan aire ninguno.
Veo unos tomates que estaban recogiendo en una huerta, y el señor me da cuatro. No acepta dinero por ellos, aunque insisto. Gracias, de veras, tienen una pinta genial.
Sigo la ruta por vereas lentas y cerradas.
Sigo la ruta, larguísima, interminable con este calor abrasante... ya empiezo a preocuparme porque puede ser demasiado calor.
Y por fín llego a destino, en Baraqueville, y alquilo el hotel A Plein Ciel, que es más viejo que Matusalén, pero que tiene piscina.
Me dicen que tengo que esperar un rato a la habitación, así que me pido un café expreso de esos de miniatura, con hielo, y me piden 3,80€... no tengo fuerzas ni para preguntar si el precio era correcto.
En media hora ya me tienen la habitación, que es enorme, pero... no tiene aire acondicionado, así que está a 54 grados... además tiene una puerta misteriosa que me da mala espina :)))))
Me refresco un poco y me hago de comer los tomates que me han dado en la huerta hace un rato y el resto de cosas que llevaba. Todo riquísimo.
Después me doy un baño en la piscina, que al menos se está fresquito, y luego a la noche, visito el restaurante L´Agricuture para cenar, donde me ponen una (triste y solitaria) salchicha de cerdo que se hace en la zona, con puré de patatas con queso (de sobre) y aunque no me cae muy bien, está rico.
Son muy amables conmigo, y chapurrean español.
Las vistas son bastante bonitas al atardecer.