Lignieres, Vierzon, Salbris y Orleans.
Salgo tempranito y allí mismo en el pueblo hay una panadería abierta, así que pido café y pan. Como llevo mermelada encima, me hago una tostada (todos mirándome otra vez) y me zampo una galletilla que llevaba también conmigo. Un camión gigante casi me aplasta la moto, menos mal que estoy atento y no me despisto un minuto.
Hoy tengo previsión de tormenta, así que salgo preparado. Paso por una finca impresionante (Château de la Lande), con una entrada apabullante, que me recuerda a la peli de Tarantino (Django Unchained) así, con tanto terreno por delante, con la forma del circo romano de Mérida.
Sigo adelante por unos caminos tunelados que dan buena sombra. Ya llueve y me quita agua.
Ya veo la tormenta y esta es de las gordas, con unos rayos tremendos. Saco la equipación técnica acuática (chubasquero decathlon y bolsas de la basura) y me la pongo antes de que apriete, porque va a caer buena.
Veo muchos rayos y me preocupo, porque hay muchísima vegetación y de ninguna manera voy a ponerme debajo de un árbol, pero a la vez, necesito resguardarme, porque cae agua a cubazos.
Encuentro una mampara de autobús en Les Suchots y me quedo ahí esperando desde las 8:00 hasta las 9:30, pues en 5 minutos que he tardado en encontrar un sitio seguro, me he empapado... menos mal que llevo chubasquero completo... y ya me liciencié en agua en el viaje de Portugal.
Una vez despejado, sigo el camino que, claro, está empapado y algunos tramos van por entre los sembrados, así que hay que tener cuidado con no quedar atrapado en barro. También hay camino forestal con trabajos de madera y los carriles están trillados por maquinaria.
Sobre las 11:00, veo un retaurante de carretera llamado Le Mariacien, y paro a comer una tortilla estupenda, en Méry-sur-Cher; me tratan de maravilla. El hombre es un tipo estupendo y además me regala un par de bolsas para las botas, y no acepta dinero por ellas (en Francia está prohibido dar bolsas de plástico).
Más bosques de trabajos forestales. Por cierto que la moto no va bien del todo, ahora recuerdo el cambio de aceite, filtros, etc... de KTM Aurillac... y los 200 eurazos.
Ya voy llegando a Orleans, son las 13:00 y justo 5 minutos antes de llegar, me vuelve a caer la del pulpo y tengo que refugiarme un rato debajo de un puente, porque es que no es normal la cantidad de agua que cae. LLueve de arriba a abajo y de lado a lado.
Me da una tregua el agua y busco el Appart'City Orléans, que es donde me quedo. Está estupendo, pero... 28 grados en la habitación... ¡parece una sauna!. Y no, no es un termostato, sólo un termómetro.
Me doy una vuelta por el centro y resulta que Orleans es preciosa... la Catedral es tremenda y en general me parece bastante bonito todo.
Pues ya sólo me queda la cena y a ¡descansar! :)