Me levanto a las 5:00 y salgo de Aurillac.

45 minutos después llego a Vic Sur Cére, donde relleno gasolina, por caminos más bien lentos y cerrados. El campo está mojado, porque ha estado toda la noche lloviendo y al principio hace fresco; salgo preparado con la chaqueta puesta, pero en seguida aprieta el calor... bastante, y me la tengo que quitar.

Ya no la usaría más en todo el viaje, y me resulta un engorro transportarla; pero claro, esto yo no lo podía saber, es igual que las herramientas... las llevas para no usarlas. Sigo adelante cruzando con mucho cuidado las vías del tren y después subiendo por un paso bastante durillo de escalones y piso resbaladizo para salir a Daïsses.

Hago un poquito de la carretera D54 y entro a unos carriles preciosos en Montagnes du Buel.

Luego hago más caminos para llegar a Pierrefort alas 11:15, pasando por zonas inundadas y más caminos, tanto abiertos como cerrados. Esta clase de carriles solitarios ya los conozco del año pasado, me da confianza y me gustan bastante. Son solitarios y disfruto sin molestar a nadie.

Luego, haciendo una preciosa verea que sube a Sainte Marie, cruzo el Pont de Treboul que cruza el río La Truyère.

Después de cruzar el puente, son las 12:26 y hago la comida del bocata de salchichón V.1. que me preparé ayer en Aurillac, al lado de una fuente muy agradable, en Lieutadès. No me apetecía mucho, pero el caso es que está bastante bueno. El agua de la fuente está muy buena también.

Después de pasar por la Central Térmica La Chaldette, me entretengo un poco buscando zonas más durillas pasando entre sembrados hasta La Védrine y llego a Aumont a las 14:12 para poner más gasolina.

Me encuentro la gasolinera que tenía prevista cerrada, pero pregunto a un local y amablemente me informan de una alternativa, que me cuesta encontrar, pues está en la autovía y tengo que ir por el carril de servicio. En ese momento me cruzo con una chavala viajando en una escúter con matrícula de Suiza, con el mismo problema que yo. Me mira y le indico solidariamente la solución que he encontrado para el combustible... y me devuelve una mirada de indiferencia pasando totalmente de mí... vamos que no dice ni adiós. Espero que te quedes tirada sin gasolina.

Después de poner combustible me acerco otra vez al pueblo buscando comida, pero no encuentro nada más que una cafetería. Los bares no me gustan porque están a tope de gente así que me conformo con un café. Me cobran 2.60€; realmente no entiendo por qué en general me piden 1€, pero en algunos sitios llegan hasta el triple. En fin, a seguir.

Ya voy en dirección a Langogne, fin de etapa del primer atracón de moto. Tengo carriles bastante bonitos y fáciles de hacer, me lo estoy pasando muy bien, después de tanto planear el viaje en una silla delante de un ordenador.

Y llego a un pequeño lago artificial que se llama Lac de Ganivet, en Lachamp-Ribennes.

Luego paso rodeando otro lago que se llama Lac de Charpal con una presa bastante bonita.

Y sigo con los carriles rápidos y abiertos, aunque con mucho ojo porque el piso engaña y en algunos puntos hay roderas más o menos profundas que te puedes tragar.

Paso por Montbel donde me hago una foto chorra en un espejo y sigo adelante. Son las 16:20 y me meto a hacer un rodeo grande por Le Moure de la Gardille en Lozère, un poco preocupado por la gasolina, pues me encuentro todo lo que tenía planeado cerrado.

Cada vez me alejo más, es tarde y voy regular de gasolina. Hay algunos excursionistas, que me dan indicaciones cuando pregunto, pero veo muchos discos y algo peor: cercados de valla metálica. Decido terminar de explorar, por precaución por la gasolina. Sin "darme cuenta" hago la friolera de 114 km sólo en esta etapa hasta Langogne. Mi autonomía es de unos 120/130 km.

Termino en Langogne a las 17:30, donde hay un Carrefour (que me cierra a las 13:00 así que no puedo comprar nada). Además es domingo y todo está cerrado. Estoy al lado del Lac de Naussac con su famosa Cascada De Donozau, que no puedo ir a ver porque no me da tiempo.

De allí hago un pequeño enlace de 5.3 km a Lesperon, donde está mi alojamiento, cerca de La Grange de Cayres, donde me recibe Mireille que es bastante amable, aunque para llegar me pierdo un poco porque la casa no está bien situada en el mapa. La vivienda está en obras, pero no me resulta un problema.

Dejo las cosas y me voy a explorar un poco el pueblo, a ver si encuentro donde comprar cosillas, pero nada, es domingo y todo está cerrado. Me cuentan que justo al lado de la casa hay una fábrica de queso, y me quedo con las ganas de visitarla... hoy se me ha hecho muy muy tarde, además de que es domingo. Mireille me explica las diferentes razas de vacas de la zona: Aubrac, Salers y Ferramdaise, y yo tomo nota.

Así que paro a cenar en La Table de Bistou, que está al lado de la estación de tren; me pido una especialidad local, una salchicha que hacen en la zona y que se llama Maôche, que no me gustó nada, porque estaba rellena de tripas; hago el esfuerzo pero qué va, me está dando un poco de asquillo la salchicha pitraquera; así que me comí nada más que la verdura, que sí estaba más a mi gusto. La verdura en Francia siempre está buena.

Y ya después directo a la cama, que hoy con el ansia del primer día, me he pegado una paliza. 358 km y 12 horas de molinillo, para ser exactos.