Salgo de Nyons dirección Sèderon a las 7:00 y pongo gasolina lo primero en el Super U que tengo cerca, donde ayer compré la comida. Muy pronto ya empiezo a ver y a oler los campos de lavanda.

Y más campos de lavanda. Y entro en la Montagne d´Albion, preciosos caminos todos llenos de hojas secas que hacen resbalar las ruedas.

Me meto a explorar cerca de Les Gravières por unos caminos, pero cada vez hay más maleza y no puedo pasar, así que me salgo. El contraste de luz y sombra es extremo y dificulta la vista con los claroscuros.

En una loma, a mano derecha, me dejo una placa en recuerdo a la resistencia Francesa contra la ocupación Nazi.

Después de algunos caminos pedregosos, y pasado Beaudine donde pongo gasolina en Forcalquier me encuentro una carretera infernal para entrar a Oraison. Paro a comprar agua, pero no veo más que refrescos y marranadas... y con el agobio de los coches, el calor y tubos de escape, me compro lo primero que pillo: una lata de una especie de refresco de té, que venía anunciado como otra marca. Gato por liebre.

Paro a comer un poco después el bocata V.2. que llevaba hecho, con el asqueroso brebaje que no me gustó nada; yo creo que me sentó hasta mal, porque era puro caramelo líquido. Miro la ficha y tiene el 200% del azúcar que necesito para un día. Puaj.

Llego a una fuente/lavadero en Entrevennes que estaba a 8º, información veraz de un abuelo, y me pego un buen refresco, porque hacía un calor infernal. Luego el mismo abuelo casi me pasa por encima con un coche LOL en venganza por algún motivo que sólo él conoce.

Luego algunas llanuras abiertas donde hago carrileo entre sembrados, que agradezco porque no están siendo habituales. Ahí la moto corre bien y le entra aire. Y al muñeco también.

Me detengo un momento a ponerme báslamo en los labios que se me están agrietando y como los botes son muy parecidos, y llevo el caso puesto, casi me aliño la cara de pimienta... no veas la que iba a armar.

Me dirijo al famoso "Col de l'Homme Mort" (¿por qué se llamará así ?) a 1.360 metros de altura; allí en el collado con el balanceo de las ramas me siento a descansar un rato; casi me quedo dormido con la nana de los pinos y me mosqueo un poco, a ver si me va a tocar ser a mi el homme mort.

Así que me espabilo y a seguir. El camino avanza con vistas al macizo de Le Montdenier.

Antes de llegar a Barrême veo unas pozas en el río Verdon y ahora sí, baño que me pego; el agua estaba bastante fresquita, aunque no tanto como la de la fuente en Entrevennes y el abuelo vengativo.

En Barrême paso por la sequoya que tienen en la estación de tren, pero no quiero parar a verla, porque hacía tantísimo calor que prefiero avanzar. Llego al alojamiento Le Mas du Colombier al lado de Saint André les Alpes, para dormir en un hotel con vistas a Ravin de la Ginestière, detrás del río Verdon, donde me tratan estupendamente. Tienen piscina  y me pego otro baño.

Me voy al pueblo y me compro la cena en Pizzería O´Delta que este bastante aceptable, aunque nada del otro mundo.

Repasillos de última hora, que tengo los retenes de las horquillas protestando, y a la cama a descansar.

Hasta mañana Pepico.