Son las 6:53 y ya estoy listo para dejar Viverone, tenía ganas de salir de allí y dejar los mosquitos atrás... y me pierdo un poco, no estaba muy concentrado porque apenas he podido dormir muy atento a los ruiditos de la casa.

Y de propina, me pica el último mosquito en el cuello WTF.

Hago una parada una media hora después, en Santhiá, para rellenar gasolina y seguir adelante. Hoy no tengo muchos kilómetros, porque estoy planeando cambiar los neumáticos, aceite y filtro. He encontrado con el teléfono un taller que me pueden poner las gomas en en Bérgamo dentro de un par de días, así que al menos este tema lo tengo ya atado. Aunque hasta que no esté hecho, no te puedes fiar...

Está nublado y se agradece un poco de sombra, aunque a pesar de eso, hace mucho calor. Voy al norte por la srada SP3, una horrorosa carretera nacional que discurre entre sembrados. Me hago un lío para cruzar la autopista A4 de Torino a Trieste y sigo avanzando por asfalto hasta Valduggia, donde el paisaje cambia a bastante mejor, atravesando el Parque Natural del Monte Fenera, por la Strada Comunale Castaglona-Solira, donde me entretengo un poco haciendo el chorra con los peraltes.

Son las 9:56, estoy en Gozzano, donde relleno combustible y sigo dirección este. Estoy en esa zona del norte de Italia, pegado a Suiza, en donde el tráfico es el caos total; las carreteras con poco ancho, sin arcenes, con una rotonda a cada 100 metros y un semáforo a cada 50. Cruces, intersecciones, pasos de peatones y señales de toda clase... una pesadilla.

La ruta me lleva a Lugano, Suiza. Y mira, la verdad es que no me apetece. De los pocos países que conozco, Suiza, por mi experiencia, es el peor de todos con gran  diferencia. Como cuentan en este artículo, la sensación allí es “los suizos primero y la basura después”. Decido entonces pasar de esta zona, va a ser una pesadilla, así que me concentro en llegar a Lecco.

Rodeo Borgomanero y continúo por la strada statale 32-d. Cruzo el Lago Maggiore y en Vergiate cambio el rumbo al Norte, haciendo la Via Garibaldi, un carril de grava y tierra suelta, que me da la misma vida, por fin un poco de libertad.

Más adelante, pasado Monteggia, voy encontrando más caminos que me dan algo de descanso de tanta carretera infernal. Paso algún que otro punto complicado que me alegra el día.

A las 11:49 en llego a Vigno, y después de volverme loco buscando caminos para quitarme asfalto, paso lo último bonito que me tenía preparado el día.

Estoy en Varese donde de casualidad veo una tienda de motos (Bregolato Moto S.R.L.), y pregunto si tienen filtros para KTM. La verdad es que en general los italianos son siempre súper amables, y me indican que hay conesionario allí mismo. Se llama Bike House Orange SRL. Aún está cerrado así que antes paro a comer estupendamente en Trattoria Il Nespolo. Llevo las botas puestas y me están poneniendo los pies a 80 grados. Aquí, otra persona del foro, Pasqualle, me echa una mano informándome de un montón de cosas mientras como, a través del teléfono.

Luego voy directo para comprar filtro y aceite y buscarme la vida para hacer yo mismo la moto en donde pueda. Eso que me quito. Pero resulta que son tan amables que me dejan usar el taller para hacer la moto... así que miel sobre ojuelas, perfecto... un taller KTM enterito para mí :D

Salgo, paso KTM Corti en Como y llego a Lecco por fin. Son las 17:00 y tengo preparada una reserva al lado de la Parrocchia Di Castello. He quedado con un conocido del FB que se llama Geppy y me saca a cenar, qué amable; además, aunque estoy en su terreno, me permite que invite, previa negociación. Me lleva al restaurante Sinaí y comemos una Pizza riquísima de Mozarela.

Mientras comemos y charlamos, empieza a llover como no he visto en mi vida, con unos relámpagos que te quitan el hipo, una cosa tremenda. Sólo de salir del restaurante hasta llegar al coche, nos ponemos hechos una sopa los dos. Caía agua a cubazos.

Cuando llego al hotel que se llama "MyRoom Center", se habían dejado las ventanas abiertas, que eran de esas de techo, y estaba todo inundado. El agua entraba de lleno. Me toca recopilar todas las toallas, mantas, sábanas que encuentro por la casa y cubrir el agua para hacer esponjas. Para cerrar las ventamas había que darles la vuelta 180º y con esa operación, subido en una silla, me cae todo el agua acumulada por la ventana encima, como una ducha. Había tres ventanas abiertas, pues tres duchas. Más un balcón que estaba abierto de par en par.

También tuve que entrar a otra habitación, que estaba ocupada por dos chavalas irlandesas, con una llave maestra, para ver si estaba cerrada o abierta, qué apuro... cuando llegaron se lo dije, claro... Quedaba una tercera habitación que al ser más grande, el agua no había mojado el colchón, y pude dormir ahí.

Me acosté como a las 2 de la mañana con el tema del agua. Yo lo que necesito es descansar, porque me suelo levantar a las 5:00. No veo posible salir mañana, porque además de que no puedo descansar, la ropa está mojada. Menos mal que el recargador, los GPS y demás electrónica no le llegó el agua, que si no... se acabó el viaje.

A dormir lo que se pueda, mañana arreglaremos más problemas.