2 de Enero de 2024
He dormido genial, el sitio es perfecto. Tengo muchas ganas de seguir con la motillo, a mi estas aventurillas es que me encantan. Me encuetro fresco como lechhuga y bien descansado.
Me levanto temprano y me hago el desayuno, mis compañeros aún duermen y procuro no molestarlos.
Al ratillo desayunan ellos y así nos preparamos para irnos. Creo que de todos los sitios donde he dormido así tirado, este es el más bonito que he encontrado. Además Miriam me regaló un colchón que es una auténtica maravilla... a ver cuesta 100 eurazos, yo nunca me lo hubiera comprado porque me parece un abuso. Pero es verdad que funciona estupendamente, se nota muchísimo que se descansa uno muchísimo mejor. ¡Gracias Miriam! 8>
Seguimos dirección Tidjikja. El camino se hace más y más difícil. Muchas dunas, la arena es muy fina y es muy complicado para pasar, sobre todo para las motos de mis amigos.
La arena se abre al paso de las ruedas y te traga.
Por si la arena no fuera suficientemente complicada, nos encontramos alguna pequeña trialera de piedras... ¡hay de todo!.
Egus me dice que vamos cortos de agua... repaso el plano y encuentro un pozo que tiene una pinta estupenda. Con mucho esfuerzo y cuidado, ya que la arena está en el aire y hay rachas que nos molestan, la filtramos y le ponemos lejía. Yo no beberé a menos que no me quede otra, pero mis compis sí la prueban y me dicen que sabe a piscina jajaja eso es bueno, es el sabor del cloro.
Seguimos con la confianza de llevar agua para el camino.
Muchísimas, remotas y complicadas dunas. Las Rieju van de maravilla a pesar de su peso.
Anna ha estado algo alicaída, pero ya se encuentra mejor y se nota que su buen humor está de vuelta.
Pasamos el Monte Zagra que es ya el colmo de la complicación, pues además de piedras, cuestas y dunas, hay barranqueras y tajos... yo que voy delante buscando los mejores pasos, me trago una zanja y me la tengo que saltar a todo gas... El registro del GPS habla por sí solo... yo me muevo fácil y voy buscando las salidas para indicar a mis amigos, que los superan perfect como los verdaderos pilotazos que están hechos.
La arena es muy traicionera y en cualquier momento te metes en un lío.
Vamos muy bien los tres, es importantísimo no perder el humor y tener la cabeza fría.
Al ir acabando el track veo un enlace a la "carretera" que nos ahorrará unos kilómetros, así que allí vamos. Pasamos una zona húmeda, aunque ahora la encontramos seca.
El camino no perdona ni un metro y nos seguimos encontrando trampas. Justo después de esta zona noz comemos una enorme piscina de arena, que yo atravieso perpendicular, pero mis compañeros, con más vista, van buscando la orilla. Por fin salimos a un pueblo muy humilde que se llama 'Ain Ec Cefra, hecho de verdaderos chabolos.
Cuesta moverse pues hay alambradas que hay que sortear con mucho ojo, ya que no se ven. Y por fin vemos asfalto. Los críos salen a saludarnos.
Y poco a poco se acerca todo el pueblo. Una señora nos vende unas piedras y Anna reparte unos regalillos que lleva.
Paramos a descansar un poco. Yo me fijo y hay una construcción con el logo de la Junta de Andalucía, se trata de un proyecto de colaboración... increíble y qué orgullo, que nuestros impuestos sirvan para algo más que financiar las fiestas del partido de turno. Pone "ONG Asociación Proyectos Sahel.org".
Busco algún sitio para comprar agua, pero está todo cerrado. Dejamos el pueblo por un cómodo y tranquilo tramo de carretera hasta Tidjikja, sorteando dromedarios, burritos y dunas que se tragan la carretera, el desierto se cobra lo que es suyo. Nos cruzamos con una pareja de ciclistas alemanes, increíble el esfuerzo ya que tienen viento de cara. Pasamos por Guelta de Taoujafet y echamos un vistazo. Es como una catarata cuando llueve, ahora mismo está seca.
Los burros son muy graciosos, tienen una raya en el lomo.
Hay tremendos floripondios que extrañamente no tienen pinchos.
Burritos everywhere.
Seguimos nuestro camino saludando a los dromedarios.
Llegamos por fin a Tidjikja a las 19:30 bastante cansados de estos dos días de tremendo camino. Hoy hemos hecho 280 km en 9 horas y media. Nos quedamos en el Auberge le Caravane Du Désert, que es otro alojamiento que conocí por los vídeos de YT de Noraly.
Como de costumbre nos piden un pastón por la pernocta, aunque conseguimos negociar un poco el precio. Aquí en Mauritania es todo carísimo, incluso más que en España, evidentemente van a desplumar a los turistas, y me molesta bastante. Yo les doy mucha caña... pero ellos siempre me ganan, por supuesto. Las habitaciones están sucias así que yo prefiero poner mi tienda en una carpa que tienen. Le pregunto al dueño 100 veces si hay agua caliente y me dice 100 veces que sí. Voy a la ducha: agua fría. Aquí es así todo.
Tidjikja es bastante pobre, no hay de nada. El nivel de surrealismo es extremo. Hay una tienducha y para comprar alguna chorrada como una chocolatina te pegas 20 minutos, porque están como lobotomizados. Ni siquiera si les enseñas una foto de un pan, saben que quieres un pan. Y al pagar es lo mismo, no te dicen si vale 1 o 100, te dan vueltas y vueltas... es a la vez exasperante y fascinante. Tengo que tener mucha paciencia, que esoy de invitado en este país
No hemos comido y tenemos hambre, no hay otro sitio para cenar que allí mismo en el hotel y pedimos la cena, que tarda una eternidad. Por fin nos ponen una pizza (que curiosamente está buena), un extraño panini y un pollo (entero) con patatas y cebolla. Yo tengo un poco de asquillo y no como mucho. Hay gatitos a los que les doy alguna propina y se ponen muy contentos.
Hay un señor con un porte bastante desgraciado que nos persigue todo el tiempo. Tiene la mirada vizca y perdida, un abrigo largo negro y ruinoso. Un físico bastante triste. Es amable o más bien servicial, en realidad, servil. Y nos pregunta todo el tiempo si queremos esto o lo otro. Pienso si es un esclavo, creo que sí. Me rompe el alma, porque a nosotros nos cobran un pastón, pero luego nada más que te rodea miseria. Hay un coche de 50mil euros aparcado en la puerta. Un coche así no se paga solo, claro.
A dormir, yo en mi tienda estoy en la gloria bendita. Hoy ha sido la etapa más dura y complicada de todo el viaje.