6 de Enero de 2024

Nos levantamos tarde, desayunamos, y nos vamos a lavar las motos, para que se quedan aquí limpitas a la espera del transporte. Nos acercamos al pueblo donde he visto un lavadero, ya que las motos están llenas de sal y conviene quitarla.

Pero en el lavadero hay un enorme camión; negociamos el precio (por supuesto nos timan) y nos dicen que OK. Pero pasa media hora y nada, ni caso. Sentados a la espera hace mucho sol y calor.

Le digo al boss que nos tenemos que ir, que perdemos el avión pero tampoco nos hace caso, así que pasada una hora me arremango, me pongo borde y le quito el cubo de agua y jabón a un operario. Me pongo a lavar, que de otro modo nos tienen aquí hasta mañana. La pistola de agua no me la dejan pero al final la pillo también. Da muchísima presión y no voy a dejar que laven mi moto ellos, así que consigo hacerlo yo mismo y luego mis compañeros también, después de dos horas. Por fin. Aquí es todo así.

Estamos a 39 grados, nos vamos al hotel, y me pego un baño. Estoy tan blanco que reflejo más luz que la Luna. En Granada dan nieve.

Comemos algo ligero y dejamos las motos bien guardadas.

El dueño del hotel nos acerca amablemente al aeropuerto (pagando) que está como a 27 kilómetros y que se hacen en hora y media, porque aquí el tráfico es infernal. Por fin llegamos con el susto en el cuerpo de una experiencia en la autovía de Senegal. Es buena hora y toca esperar un poco. Hago la facturación de mi mochila y paso los controles sin problema ninguno. Mis compañeros salen antes que yo, así que nos despedimos, hasta la próxima amigos.

Mi avión de Iberia sale puntual y me lleva volando por la noche a Madrid.

Hay huelga de personal de suelo, espero no tener problemas. Por ahora todo wai.

Hago la noche en el avión. No he comindo nada, pues tengo cena a 10.000 metros. Nos ponen cuscus con yoquesé y está realmente incomestible, me lo dejo todo. Hay una pantalla en el asiento que te dice por donde vas, y paso por el ansiado Ojo del Sáhara, que me he quedado con todas las ganas de visitar, si fuera de día podría verlo. Creo que volveré algún día.

Intento relajarme un poco a ver si el cacharro este volador llega pronto a su destino.